El Covid-19 sigue imponiendo toda su ley en casi todos los rincones del mundo. Su invisible y potente presencia incide en todos los ámbitos de nuestras vidas cotidianas, convirtiendo en un tiempo de crisis a este 2020 pandémico.
En nuestro Uruguay la estrategia de la administración que asumió en marzo pasado ha quedado plasmada con el ingreso al Parlamento de la ley de presupuesto para el quinquenio que se extiende hasta 2025. A grandes rasgos las metas son las siguientes: llevar el déficit fiscal al 2,5% al final del período, lograr que la inflación se ubique en torno al 3,7% y alcanzar un crecimiento en el orden del 3% del PBI a partir de 2022. No obstante estos números, lo relevante es la idea fuerza de este nuevo gobierno: lograr una sostenibilidad de las cuentas públicas y, textuales palabras, “… empoderar a las personas y dotarlas de mayor libertad”.
Habrá que ver cómo se va traduciendo todo esto en el día a día de organizaciones y personas que procuran, en algunos casos, sobrevivir y en otros proyectarse con crecimiento al futuro. Claro está que esto depende de las ramas de actividad que han sido mayormente afectadas por el parate provocado por la pandemia. No hay dudas que todo lo asociado con el turismo y la movilidad en términos generales han sido lo sectores más golpeados y con ello un sinnúmero de puestos de trabajo perdidos que terminan impactando en familias que tienen que ajustar sus economías a la nueva realidad.
No son tiempos fáciles para muchas organizaciones, personas y familias; ninguna crisis lo es. Sin embargo, este tipo de períodos también poseen la potencialidad de albergar dentro de sí la posibilidad del renacimiento. Como arcilla que ha vuelto a tornarse maleable, este tiempo inédito puede significar, para quien pueda superar el shock y el enojo posterior, la oportunidad para aceptar y reconocer la dura realidad y al mismo tiempo emprender el camino de la reinvención, el cual no significa borrón y cuenta nueva, sino un bucle permanente de reflexión y acción sobre lo que hay que dejar de hacer, lo que hay seguir haciendo y lo que hay que comenzar a ensayar.