Gobernar en tiempos complejos (1)

En tiempos complejos como los actuales el liderazgo se revela como un aspecto central en cualquier actividad humana. Gobernar algo en esta época volátil e incierta no es un asunto banal. Nuestro tiempo está demandando templanza, mesura y sensatez, como antídotos ante posturas radicales que fomentan la ansiedad, los temores y las divisiones. Gobernar o dirigir una organización, sea esta con o sin fines de lucro, tiene que ver tanto con pensar sistémicamente como ver a sus colaboradores (empleados) primero que nada como personas.

Que los colaboradores concurran en cuerpo y alma a la organización (y no como zombies) es un asunto que guarda estrecha relación con el comportamiento de los jefes, gerentes y referentes dentro de la misma. Las organizaciones que logran que sus empleados y sus equipos se comprometan de una forma profunda desarrollan algunas ideas como las que exponemos a continuación:

Cree una experiencia de incorporación atractiva. La incorporación no debe ser solo una iniciativa de RRHH, sino que debe involucrar a los jefes y referentes de los equipos, quienes deben de hacer que los empleados se sientan bienvenidos, proporcionándoles el acceso a los recursos desde el inicio y comunicándoles lo que se espera de ellos desde un principio. Los empleados comienzan a formarse una percepción de su lugar de trabajo desde el primer día, así que elija aprovechar la oportunidad para comenzar a modelar la misma. Innove. Sea un gran anfitrión.

Dele color al ambiente de trabajo. Si el trabajo diario de 9 a 17 es la regla, procure innovar sin necesidad de ponerse en gastos extra. Programe reuniones para caminar y recargar energías, permita ocasionalmente que los empleados trabajen desde su casa o de forma remota, celebre su próxima reunión tomando un café en un lugar cercano. Incluso algo tan simple como agregar escritorios de pie o sillas diferentes puede hacer que el lugar de trabajo sea más agradable. Pregunte a sus colaboradores cómo mejorar. En nuestra volátil época, informal rima con seriedad.

Concéntrese en la gente, no solo en el trabajador. Sus colaboradores son mucho más que sus logros en el trabajo. Aproveche cada oportunidad para celebrar los logros de su gente fuera del trabajo. Haga un esfuerzo por conocerlos. Sus empleados son mucho más que empleados y reconocer eso será es una gran ayuda.

Lleve a cabo una evaluación de fortalezas. Habilite a que sus empleados brillen a partir de sus fortalezas; ayude a que las entiendan y les den un buen uso. Esto repercutirá positivamente en el compromiso y en el desarrollo de los mismo. Haga que sus nuevos empleados realicen una evaluación de sus fortalezas en la primera semana en el trabajo. Así podrá recopilar información valiosa sobre cómo liderar y hacer crecer a los empleados.

Vaya más allá de lo administrativo, sea un jefe que alienta y motiva. Deshágase de la mentalidad y comportamientos del clásico jefe de escritorio o sentado en la parte alta del organigrama. Sus empleados, aunque no lo manifiesten verbalmente, quieren algo más que eso; quieren que se les asesore y que les cuiden. Conversar regularmente y desarrollar relaciones francas, honestas y abiertas inciden positivamente en el compromiso y el desempeño.

Solicite a sus colaboradores que escriban la descripción de sus puestos de trabajo. Dele a sus empleados la oportunidad de apropiarse de su rol solicitándoles tanto que lo definan como que digan cómo mejorarlo. Así les estará habilitando para que se apropien de las responsabilidades que el puesto conlleva, en lugar de simplemente decirles qué es lo que deben de hacer.

Pida consejo a los colaboradores. Cada uno de sus empleados tiene fortalezas únicas que pueden ayudarlo como jefe y/o gerente. Cuando le pide ayuda a su equipo, está reconociendo sus puntos fuertes y mostrando su aprecio por ellos de una manera que no se puede igualar. Puede pedirles que revisen su presentación, que lo ayuden a encontrar áreas para reducir gastos o que opinen sobre su última idea sobre cómo mejorar el trabajo en equipo. Consultar a sus empleados le mostrará que respeta sus opiniones y lo ayudará a tomar mejores decisiones  para todos. Además evidencia que no teme mostrarse vulnerable ni poseedor de la verdad revelada. Finalmente, asegúrese de hacer un seguimiento de los comentarios para que los empleados vean sus ideas en acción y sepan que su voz se escucha realmente.

Atienda la singularidad. Cuando los colaboradores llevan su cuerpo y su alma (todo su ser auténtico) al trabajo, tienden a sentirse más comprometidos. Interiorícese sobre sus vidas personales y descubra lo que los impulsa. Simplemente aprender sobre el equipo de fútbol del que son hinchas o la forma preferida de pasar los fines de semana puede ayudar a que sus colaboradores se abran y compartan todo su potencial. El compromiso cae cuando trata a sus empleados como clones. Anime, aliente y ayude a brillar a los miembros de su equipo u organización. Usted y ellos nunca serán los mismos a partir de esta experiencia.

La vida no es sólo trabajo. Asegúrese de que en su organización y/o equipo no estén trabajando demasiado. Recomiende (y predique con el ejemplo) un horario de trabajo que brinde suficiente tiempo libre para la familia y el tiempo libre. Haga saber que valora el trabajo así como también el tiempo personal de sus colaboradores. Hacer un esfuerzo para demostrar con actos que cuida a su gente puede hacer que los empleados se sientan apreciados y valorados.

Se trata de relaciones. Socializar fuera del trabajo es una forma efectiva de aumentar la participación de los empleados en el trabajo. Puede conducir a relaciones laborales más saludables y sólidas, una comunicación más franca y una mayor satisfacción laboral. De forma regular convierta en una prioridad pasar tiempo de calidad entre todos fuera del trabajo. Así ayudará a que las relaciones se fortalezcan y el ámbito laboral sea un sitio más unido y ameno.

En tiempos dinámicos e inciertos como los actuales, las organizaciones que prosperan y se convierten en grandes lugares para trabajar son aquellas que se viven como organismos vivos en fluctuación permanente junto a su entorno, que fijan un rumbo claro y se interesan en agregar valor a todos los actores con los que comparten el camino. Los colaboradores son el primer cliente, porque cuando estos van en cuerpo y alma al trabajo ponen todo su ser en aras de brindar el mejor servicio posible. Reconozca, cuide y aliente a sus colaboradores y estos atenderán con toda su inteligencia a sus clientes.

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