En tiempos de cambios acelerados y de alta incertidumbre, muchos líderes sienten la presión de tener todo bajo control. Reuniones interminables, supervisión constante, procedimientos que se multiplican, entre otros. El control promete seguridad, pero a menudo genera el efecto contrario: equipos desmotivados, iniciativas paralizadas y un clima de desconfianza.

Liderar no es controlar. Liderar es habilitar espacios de confianza donde las personas puedan aportar, aprender y crecer.

EL ESPEJISMO DEL CONTROL

Cuando un equipo se siente vigilado en exceso, disminuye la creatividad y aumenta la dependencia. El control parte del miedo: miedo a perder resultados, miedo al error, miedo a lo desconocido. Pero en realidad, lo único que consigue es encapsular la energía del equipo y cortar el flujo de aprendizaje.

Controlar puede dar una falsa sensación de orden, pero no construye compromiso.

LA ALTERNATIVA: CONFIANZA Y APRENDIZAJE

La confianza, en cambio, libera potencial. Cuando un líder transmite apertura, escucha y coherencia, el equipo responde con mayor iniciativa y responsabilidad. No se trata de ausencia de dirección, sino de un liderazgo que combina claridad de propósito con confianza en las capacidades de los demás.

Un equipo que confía es un equipo que aprende: transforma errores en oportunidades y convierte la incertidumbre en motor de mejora.

EJEMPLOS DESDE DIFERENTES FRENTES

• Clínico: En el consultorio, el exceso de control sobre uno mismo suele traducirse en síntomas que limitan. La elaboración, en cambio, comienza cuando la persona puede poner en palabras su experiencia y abrirse a nuevas perspectivas.
• Organizacional: En la red de residenciales de Grupo Life, los espacios de reflexión colectiva (FRO y EROs) mostraron que dar voz a los equipos reduce la rotación y fortalece la motivación. El control aislado no había generado esos resultados; la confianza sí.
• Comunitario: En la Escuela de Jockeys, la trayectoria de más de 10 años mostró que formar jinetes no es solo entrenar técnica, sino cultivar confianza mutua entre instructores y alumnos. Allí el aprendizaje florece en la medida en que la voz de cada uno encuentra lugar.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN

• ¿Qué señales de control excesivo aparecen en tu equipo?
• ¿De qué maneras podés generar más confianza en el día a día?
• ¿Qué espacios de aprendizaje compartido necesitan tus equipos hoy?

CONCLUSIONES

El liderazgo del futuro no se mide por la capacidad de controlar cada detalle, sino por la confianza que genera y el aprendizaje que promueve. En Compass Consultores acompañamos a líderes y equipos a transitar este cambio: del control al propósito, de la rigidez a la confianza, del miedo al aprendizaje.

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Por Agustín Menéndez – Director de Compass Consultores, psicólogo y consultor en desarrollo organizacional.

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